Uno de los mayores peligros de la hipertensión o presión arterial alta es que no te sueles dar cuenta de que la tienes alta.

Es silente.

Es más, un tercio de aquellos que tenéis HTA no lo sabéis.

Hasta que no está extremadamente elevada, no da la cara.

Por eso es importantísimo educarnos para conocer qué síntomas y signos pueden significar que nuestra presión arterial (PA) está más alta de lo que debería.

Aquí el Dr. Borja Bandera, médico especialista en Endocrinología y nutrición. Hoy vas a entender qué síntomas produce la PA elevada, qué es una urgencia y una emergencia hipertensiva, por qué ocurren y cuál es la PA normal.

Las consecuencias de esa hipertensión arterial (HTA) son muchas:

Mayor riesgo de infarto (cardiopatía isquémica).

Disfunción eréctil. Como hemos visto en varios vídeos, los diferentes factores de riesgo cardiovascular afectan directamente a tu riesgo de disfunción eréctil. Y la HTA es uno de los más importantes.

Deterioro cognitivo y pérdida de memoria. Esto ocurre especialmente en personas mayores. La HTA afecta vascularmente a tu cerebro y disminuye sus capacidades.

Mayor riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), más conocido como “ictus”. De hecho, es el factor de riesgo más importante. Sobra decir que un ACV es algo gravísimo que puede condicionar tu vida para siempre.

Mayor riesgo de deterioro de la función renal y retina.

Una PA alta daña progresivamente a todas las arterias de tu organismo, pero especialmente las arterias pequeñitas como las que hay en el riñón, el cerebro, el pene o en la retina. Estas arterias tienen una pared más fina y no tienen capacidad para resistir una presión tan alta, lo que explica las consecuencias que te acabo de contar.

Diferencia entre urgencia y emergencia hipertensiva

Todos tenemos elevaciones puntuales de la PA cuando hacemos ejercicio a alta intensidad o tenemos ansiedad, por ejemplo. Estas son situaciones puntuales y son normales puesto que son transitorias.

Pero también tienes que que saber que una elevación repentina de la PA puede llegar a ser una urgencia médica sobre la que hay que actuar rápido.

El cómo de rápido depende de la gravedad y magnitud.

Llamamos crisis hipertensiva a la elevación aguda de la PA con cifras superiores a 180 mmhg (presión sistólica, la “alta”) y >120 mmhg (la diastólica, la “baja”). Esto sería motivo más que suficiente para acudir a las urgencias más cercanas.

Te recuerdo que las cifras normales de PA quedan por debajo de 120/80 mmhg. Las repasamos con esta imagen.

Hay que diferenciar esta situación (urgencia hipertensiva) de la emergencia hipertensiva, algo mucho más grave donde uno o varios órganos del paciente corren un riesgo inminente si no se baja la PA en pocas horas. La emergencia hipertensiva por lo general debe tratarse en el ámbito hospitalario, mientras que la mayoría de urgencias hipertensivas pueden manejarse de forma ambulatoria, bien en tu centro de salud o en las urgencias de tu hospital más cercano.

¿Por qué puede aparecer una urgencia hipertensiva?

Pues hay muchas causas, desde una crisis de ansiedad, ingesta de drogas, un consumo de sal muy excesivo, una patología llamada feocromocitoma donde hay una producción acentuada de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), interacciones medicamentosas, supresión brusca de algunos tratamientos como beta bloqueantes, etc.

No te olvides tampoco que la mayoría de las veces la HTA es un problema crónico ocasionado por nuestros malos hábitos: obesidad, tabaquismo, sedentarismo, mala dieta o estrés crónico. En un pequeño número de ocasiones la HTA está ocasionada por otro problema médico como una nefropatía o cardiopatía. En ese caso la llamamos HTA secundaria, a diferencia de la HTA primaria o esencial que con diferencia es la más frecuente.

Síntomas y signos de PA elevada

Ahora vamos a repasar algunos de los síntomas que puedes tener cuando tu PA está elevada. Tienes que entender que son síntomas inespecíficos, lo que quiere decir que pueden aparecer tanto en la HTA como en muchos otros problemas de salud. En todo caso pueden ser un primer indicador de que algo no anda bien:

• Sangrados frecuentes por la nariz o epistaxis. Tener una epistaxis ocasionalmente es totalmente normal, pero si las tienes con cierta frecuencia, por ejemplo, todas las semanas, puede ser un signo de que tu tensión no anda bien.
• Dolor de cabeza frecuentes o cefaleas. Es una cefalea diferente y que suele comenzar en la región posterior de la cabeza (la “nuca”) y después extenderse a toda la cabeza (holocraneal).
• Cansancio o astenia. Es un síntoma tremendamente inespecífico, pero la HTA también genera un cansancio extremo que hace que hacer ejercicio o simplemente afrontar el día a día sea un suplicio.
• Visión borrosa o incluso visión doble. Suele ser transitoria, pero puede indicar daño agudo en las arterias de la retina ocasionado por una subida repentina de la PA.
• Acúfenos. La HTA es un factor que puede generar ese soplido o zumbido que a veces escuchamos en el oído y al que llamamos acúfeno o tinnitus.
• Hemorragias subconjuntivales o hiposfagma. Esto es muy frecuente, la mayoría de veces benigno, y se produce por la rotura de pequeños vasos sanguíneos que ocasionan un acúmulo de sangre entre la esclera (el blanco de los ojos) y la conjuntiva bulbar, que es como una membranita que tenemos por encima de la esclera.

• Dolor torácico. Cuando la presión sube mucho podemos tener dolor en el pecho, o incluso un infarto. Aquí ya hablamos de cifras muy elevadas que por suerte, no son frecuentes.
• Dificultad al respirar o disnea.
• Sensación de ansiedad intensa. Puede ser causa y consecuencia de tener HTA.
• Sensación de irregularidad en los latidos. Palpitaciones.
• Sangre en la orina o hematuria. Se debe a daño producido en las arterias del riñón y aparece en diferentes patologías que vinculan la HTA al deterioro de la función renal.

Antes de irte, te dejo con un vídeo en el que te recomiendo varios alimentos que por sus componentes y propiedades pueden ayudarte a prevenir o mejorar la presión arterial elevada. No te lo pierdas.